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Wednesday, December 21, 2011

El Directorio Ejecutivo del FMI Concluye la Consulta del Artículo IV con Perú correspondiente a 2011

FMI.Nota de Información al Público No.11/158. 14 diciembre de 2011. El 5 de diciembre de 2011, el Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) concluyó la consulta del Artículo IV con Perú1, y consideró y aprobó la evaluación preparada por el personal técnico sin celebrar una reunión, es decir, de manera tácita por vencimiento del plazo. La economía peruana superó la crisis mundial de 2008–09 sin sufrir mayores daños gracias a los sólidos fundamentos económicos y a una respuesta previsora en materia de política macroeconómica. El PIB real, impulsado por la demanda interna privada, creció a un ritmo rápido de 8.75% en 2010, uno de los más dinámicos de la región. La recuperación estuvo apoyada por el importante estímulo proporcionado por la política macroeconómica, el rápido giro de los términos de intercambio y las condiciones de financiamiento externo favorables, incluida una reactivación de la entrada de capitales. Tras caer a 0.25% en 2009, la inflación repuntó a 2% a finales de 2010 al recuperarse la demanda, es decir, se ubicó en el centro de la banda de 1%–3% fijada como meta. Un nuevo gobierno, dirigido por el Presidente Humala, asumió el poder en julio de 2011, con la promesa de ampliar la inclusión social y dar continuidad a la estabilidad macroeconómica.

Se prevé que la actividad se desacelerará como consecuencia de políticas más restrictivas y una moderación de la demanda externa. Según las previsiones, el crecimiento del PIB será de 6.75% en 2011, debido sobre todo al impulso del consumo privado. Se proyecta que la inflación se situará en 3.75% al final de 2011, debido principalmente a shocks de la oferta pero también a ciertas presiones de la demanda. El crecimiento del crédito se ha mantenido en aproximadamente 20% en 2010–11. El sector financiero sigue siendo sólido, rentable y está bien capitalizado, y está asistido por el uso activo de instrumentos prudenciales por parte de las autoridades.

Las perspectivas apuntan a un crecimiento continuo pero más bajo, con riesgos a corto plazo que están claramente inclinados a la baja dada la incertidumbre mundial. Se proyecta que el PIB real crecerá 5.25% en 2012, o levemente por debajo de la tendencia (que se estima es de 6%), debido ante todo a un debilitamiento de las condiciones de la demanda externa, mientras que la inflación descenderá a 2.5%. Las expectativas de inflación para 2012 permanecen bien ancladas en virtud del sólido régimen de metas de inflación. El déficit de la cuenta corriente externa permanecerá estable en alrededor de 2.5% del PIB el próximo año, conforme sigan siendo firmes los términos de intercambio. Una vez que amaine la turbulencia internacional, las sólidas perspectivas de crecimiento de Perú y la abundante liquidez internacional podrían incrementar la entrada de capitales.

En lo que se refiere a las políticas macroeconómicas, estas se han centrado en limitar los riesgos de sobrecalentamiento. En 2011 el gobierno empezó a retirar el estímulo fiscal previo. En el primer semestre de 2011 el saldo fiscal arrojó un superávit anualizado de alrededor de 5.5% del PIB, ya que los ingresos fiscales conservaron su dinamismo pese a los recortes de impuestos y los gastos se contuvieron debido a la escasa ejecución de proyectos de inversión a nivel subnacional y a las elecciones presidenciales. Se ha aplicado una política monetaria más restrictiva a medida que se ha recuperado la demanda, y la tasa de política monetaria aumentó un total de 300 puntos básicos, a 4.25%, entre mediados de 2010 y mayo de 2011. Para complementar esta medida se elevó activamente el encaje legal. Desde entonces, el banco central ha permanecido en compás de espera en vista de la incertidumbre de las perspectivas económicas mundiales.

Evaluación del Directorio Ejecutivo

Al concluir la Consulta del Artículo IV con Perú correspondiente a 2011, los directores ejecutivos avalaron la evaluación del personal técnico en los siguientes términos:

La combinación de políticas parece ser en general adecuada para preservar la estabilidad macroeconómica y fomentar el crecimiento. El desafío básico consiste en garantizar una aplicación oportuna y flexible de las políticas para hacer frente a las cambiantes condiciones económicas internas en medio de un entorno externo de mayor incertidumbre.

El presupuesto para 2012 parece apropiado. Los esfuerzos para reactivar el gasto público en el segundo semestre de 2011 son adecuados, dado que la orientación fiscal estaba tornándose algo restrictiva. Sin embargo, en 2011 se registrará un superávit mayor que el previsto. El presupuesto para 2012, que apunta a un superávit de 1% of PIB y comprende una expansión estructural de 0.75% del PIB, es en general adecuado ya que se prevé una moderación de la actividad. Puede darse cabida a un gasto social adicional a corto plazo dentro de los límites fijados por el presupuesto de 2012.

En vista de las inciertas condiciones externas, la política monetaria puede permanecer en compás de espera. Teniendo en cuenta la disminución prevista de las presiones inflacionarias (a medida que se absorba el impacto de los mayores precios del petróleo y los alimentos) y la previa aplicación de políticas monetarias restrictivas, el personal técnico apoya la decisión del banco central de mantener las tasas de política monetaria invariables, al menos hasta que las perspectivas mundiales se aclaren. Las autoridades deben seguir vigilando la evolución del crédito privado y cerciorarse de que los riesgos permanezcan contenidos.

En este contexto de mayores riesgos para las perspectivas mundiales, las políticas deben conservar su flexibilidad. Los sólidos fundamentos económicos de Perú y el margen de respuesta de las políticas probablemente mitigarán los efectos de una economía mundial débil. Como primera línea de defensa, y en consonancia con el funcionamiento de un régimen de metas de inflación, la política monetaria podría distenderse conforme disminuyan las perspectivas de inflación y aumente la brecha del producto, mientras los estabilizadores automáticos se activan en virtud de la política fiscal. Ante la potencial volatilidad financiera mundial, estaría justificado apoyar en cierta medida el tipo de cambio. El encaje legal podría relajarse si las condiciones de liquidez se vieran sometidas a tensión o si el crédito interno se desacelerara demasiado rápido.

Si se materializaran riesgos extremos en la coyuntura mundial, podría desplegarse un nuevo estímulo de política económica para limitar las secuelas. La acumulación de reservas en los últimos años hace pensar que existe margen suficiente para poner en marcha una considerable respuesta mediante políticas. No obstante, dada la incertidumbre sobre la naturaleza y duración del shock externo, se recomienda un uso gradual de dichas reservas. El banco central tiene la capacidad para inyectar abundante liquidez y reducir las tasas más enérgicamente si las condiciones financieras externas se deterioraran (aunque las presiones potenciales en el mercado de divisas podrían convertirse en una restricción). Al igual que con el estímulo fiscal de 2009, los proyectos de infraestructura y mantenimiento podrían ser eficaces para ayudar a sustentar la demanda interna y el empleo. En este escenario, las medidas de respuesta solo ayudarían a mitigar el shock, y la actividad económica probablemente se situaría por debajo de su nivel potencial a corto plazo. Por lo tanto, será importante definir y comunicar claramente la estrategia y los objetivos de las autoridades, y garantizar la continuidad del marco de políticas.

Al dar mayor preponderancia a las medidas estructurales para anclar la política fiscal se ayudaría a afianzar la estabilidad macroeconómica. Esta estrategia contribuye a reducir el carácter procíclico de los riesgos, mejora la previsibilidad y permite acumular reservas fiscales. El personal técnico considera conveniente fijar como meta saldos estructurales globales moderados de 1% del PIB a mediano plazo para hacer frente al entorno mundial volátil, a los pasivos contingentes y a la vulnerabilidad de Perú a las catástrofes naturales. A corto plazo, los actuales parámetros de la Ley de Responsabilidad y Transparencia Fiscal podrían calibrarse para mantener un resultado fiscal relativamente estable, con límites sobre el crecimiento del gasto, salvo que sea necesaria una respuesta fiscal discrecional.

Los esfuerzos de recaudación serán cruciales para la sostenibilidad del programa social. El personal técnico elogia los planes de las autoridades de reforzar la administración de impuestos para elevar la presión tributaria a 18% del PIB en 2016, con el fin de proporcionar recursos adicionales para cubrir el costo de la ampliación de los programas sociales y la inversión pública a mediano plazo. La aprobación del marco tributario revisado para la actividad minera, teniendo debidamente en cuenta la competitividad del sector, es un primer paso positivo. El personal técnico asimismo aplaude los esfuerzos de las autoridades para reducir la evasión fiscal, pero advierte que si estos esfuerzos no arrojan los resultados esperados, cabría considerar medidas tributarias.

En el futuro, los fundamentos económicos más sólidos de Perú promoverán una mayor desdolarización, y eso permitirá que el tipo de cambio adquiera más importancia como mecanismo de absorción de shocks. El personal técnico opina que una mayor flexibilización del tipo de cambio, aplicada gradualmente, es importante para que el sector privado mejore su capacidad para evaluar el riesgo cambiario, y que tal medida podría contribuir a la desdolarización. La dolarización financiera sigue siendo elevada e incluso ha aumentado en ciertos segmentos debido al bajo nivel de las tasas de interés internacionales y las expectativas de apreciación. Un aumento gradual de la flexibilidad del tipo de cambio promovería el desarrollo de instrumentos de cobertura de riesgos y la concientización del sector privado con respecto a la gestión del riesgo cambiario, lo cual permitiría que el tipo de cambio desempeñe un papel más importante como mecanismo de absorción de shocks.

El sector financiero es sólido, y el marco prudencial está adelantado en lo que se refiere a la implementación de las normas internacionales propuestas. El sector financiero sigue siendo sólido, rentable y está bien capitalizado. La mayoría de las regulaciones prudenciales conforme a Basilea III se aplicarán antes de las fechas acordadas a escala internacional, y los bancos están en condiciones de implementar dichas regulaciones. El monitoreo de los balances de las empresas, incluidas las posiciones en moneda extranjera e instrumentos derivados, será crucial para evaluar las vulnerabilidades. La formalización de un mecanismo institucional para las políticas macroprudenciales facilitaría una supervisión más eficaz de los riesgos sistémicos, y mejoraría los análisis y la coordinación entre las distintas instituciones.

Las excelentes perspectivas económicas de Perú se verán fortalecidas por un programa de reformas de gran alcance para mantener el crecimiento potencial. El personal técnico coincide en que el crecimiento deberá estar impulsado cada vez más por una mayor productividad a mediano plazo. Los pilares clave para garantizar un crecimiento vigoroso son: i) afianzar la competitividad fomentando el capital humano y la infraestructura y manteniendo la flexibilidad del mercado laboral; ii) mejorar el clima de negocios para promover la inversión y la innovación (por ejemplo, promoviendo la formalización de la actividad económica); e iii) seguir desarrollando los mercados de capitales locales para facilitar la inversión y mejorar la distribución del ahorro.


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Nicaragua.Informe Técnico de Progreso sobre el Plan Nacional de Desarrollo Humano hasta 2010

Gobierno de Nicaragua. Los países miembros elaboran Documentos de Estrategia de Lucha contra la Pobreza (DELP) en amplia consulta con las partes interesadas y los socios para el desarrollo, incluido el personal técnico del Banco Mundial y del FMI. Actualizados cada tres años con informes de avance anuales, los documentos describen las políticas macroeconómicas, estructurales y sociales del país en respaldo del crecimiento y de la lucha contra la pobreza, así como las correspondientes necesidades de financiamiento externo y las principales fuentes de financiamiento. Este documento sobre Nicaragua, de septiembre de 2011, se publica en el sitio web del FMI con el acuerdo del país miembro para beneficio de los usuarios del sitio web del FMI. Las opiniones expresadas en este documento son las del equipo encargado de la elaboración del documento y no necesariamente reflejan las opiniones del Gobierno de Nicaragua ni del Directorio Ejecutivo del FMI.2011 Fondo Monetario Internacional.

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El Plan Nacional de Desarrollo Humano (PNDH) de Nicaragua tiene como objetivo operativo el crecimiento económico con aumento del trabajo y reducción de la desigualdad y la pobreza. Los resultados 2007-2010 destacan una reducción significativa de la desigualdad entre los nicaragüenses por razón de una mejor distribución del ingreso y el consumo, que se traduce en mejores condiciones de vida de la población, especialmente de los más pobres. Esto ha sido posible por políticas gubernamentales redistributivas con resultados positivos, por una recuperación y crecimiento económico positivo en medio de una crisis financiera y económica mundial, por un clima de confianza que ha llevado a mayores niveles de cohesión social y alianzas nacionales que dan estabilidad para el desarrollo productivo y el aumento de las inversiones, entre otros factores que combinados han llevado a la reducción de la pobreza.

Nicaragua es el segundo país en América Latina con la mayor reducción de la desigualdad (Venezuela es el líder) con -9.8 por ciento al bajar el GINI de ingreso de 0.51 en 2005 a 0.46 en 2009. Esta mejora es significativa si se considera que entre 2005 y 2009 Nicaragua creció a una tasa promedio anual de 1.69 por ciento, menor a la tasa de crecimiento de 2.77 por ciento de América Latina en su conjunto, y que esta mejora ocurre en un año de profunda crisis económica, social y ambiental mundial.

Como resultado, en 2009 comparado a 2005, Nicaragua ha logrado una reducción en pobreza general de 5.8 puntos porcentuales y 2.6 puntos en pobreza extrema, según la EMNV. La encuesta muestra que la pobreza general a nivel nacional medida por el consumo bajó de 48.3 a 42.5 por ciento entre 2005 y 2009, y la pobreza extrema de 17.2 a 14.6 por ciento en el mismo período. En términos relativos, el gran desafío sigue siendo la reducción de la pobreza general y la extrema en la zona rural que siguen siendo altas. La pobreza extrema rural supera aproximadamente en 5 veces la pobreza extrema urbana y la pobreza general rural duplica el valor de la pobreza general urbana.

Mientras la pobreza general del área rural se redujo en 7.0 puntos porcentuales, la urbana se redujo en 4.1 puntos. En tanto, la extrema pobreza rural disminuyó en 3.9 puntos porcentuales y la pobreza extrema urbana en 1.1 puntos. Así se está logrando la mayor reducción en el campo donde existe la pobreza más profunda y severa.

La reducción en pobreza medida por ingreso (según el Umbral Internacional PPA) es también significativa. En 2009, el 5.5 por ciento de la población nicaragüense presentaba un consumo menor o igual a 1.25 dólares al día en comparación a 11.2 por ciento en 2001 para una reducción de 5.7 puntos porcentuales con relación a 2005, es decir, una reducción de más de la mitad. El 21.0 por ciento sobrevivía con un consumo menor o igual a 2.0 dólares diarios para una reducción de 10.6 puntos porcentuales con respecto a 31.6 por ciento en 2005. Los resultados por área de residencia revelan que la reducción en la proporción de personas que sobreviven con menos de 1.25 dólares al día fue de 2.3 y 9.8 puntos porcentuales para área urbana y rural respectivamente y para los que viven con 2.0 dólares diarios la reducción fue de 6.1 y 15.7 puntos porcentuales para área urbana y rural respectivamente. Nuevamente, la reducción es más fuerte en la zona rural indicando que los programas sociales focalizados están produciendo resultados positivos.

Se mejoró también los indicadores de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI). Entre 2005 y 2009 hubo una reducción de 10.9 y 10.4 puntos porcentuales en hacinamiento y baja educación respectivamente. Aunque hubo avances en el tema de vivienda inadecuada (reducción de 0.6 puntos porcentuales), este sigue siendo uno de los desafíos sociales más importantes para el país.

Los avances se destacan también en el aumento del trabajo. Los resultados de las encuestas (Encuesta Continua de Hogares 2009) muestran que entre el 2006 y 2010 la población ocupada creció en 649.2 mil personas, equivalente a un 31.1%. Del año 2009 al 2010, con datos medidos en series móviles comparables, la población ocupada correspondiente al cuarto trimestre del año, se incrementó en 304.0 miles de personas, lo que representa un aumento del 12.5 por ciento. El nivel de empleos en las zonas francas se ha recuperado en 89,927 al cierre del 2010, después de una reducción debido a la Gran Recesión Mundial.
Así mismo, el empleo formal también ha aumentado. El número de trabajadores con seguridad social muestra una tendencia de incremento sostenido tanto en el número de asegurados activos como de empleadores activos registrados en el INSS, cerrando a 2010 con 534,879 personas aseguradas activas, 32.6 por ciento más de las que habían al cierre del 2006.

Otro factor clave en la reducción de la desigualdad y la pobreza es el crecimiento económico. Nicaragua creció en 2010 en 4.5 por ciento (el mayor crecimiento de Centroamérica de 3.9 por ciento) un año después de la peor crisis financiera y económica desde la gran depresión de los años 30´s. En 2009, Nicaragua decreció en -1.5 por ciento menor que el decrecimiento promedio de Centroamérica de -1.9 por ciento. El crecimiento 2010 fue impulsado por el incremento de las exportaciones, el aumento de las inversiones y las remesas, en un ambiente de estabilidad macroeconómica donde la inflación se mantenido en un dígito y las reservas internacionales brutas a su nivel más alto.


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Saturday, November 5, 2011

Statement by an IMF Mission to The Gambia

An IMF mission led by Mr. David Dunn visited The Gambia during October 18-November 1, 2011, to conduct discussions for the 2011 Article IV consultation. The mission met with Minister of Finance and Economic Affairs Mambury Njie, Governor of the Central Bank of The Gambia (CBG) Amadou Colley and other senior officials of the government and the CBG. It also met representatives of the National Assembly, political parties, the business community, civil society, labor unions, students, and The Gambia's development partners. Under Article IV the International Monetary Fund (IMF) conducts surveillance over economic, financial, and exchange rate policies of its member countries.

At the conclusion of the visit, Mr. Dunn, mission chief for The Gambia, made the following statement in Banjul:
“Over the past few years, The Gambian economy has achieved robust growth, despite the prolonged global economic crisis. The Gambia’s Gross domestic product (GDP) grew by around 6½ percent a year during 2008-2010, driven mainly by agriculture. Tourism and remittances, however, were hit hard by the global crisis. This year, although tourism has begun to show signs of recovery, GDP growth is projected to slow down slightly (to about 5½ percent), as poor weather conditions in some areas of the country have harmed crop production. The 12-month inflation rate has dipped to about 4 percent in recent months and is projected to remain below 5 percent for 2011 as a whole. Gross international reserves remain at a comfortable level at just under 5 months of imports.

“The Gambia, however, continues to face a number of challenges, notably a heavy debt burden. In particular, large fiscal deficits in recent years led to a surge in domestic debt, most of which consists of short-term T-bills that must be regularly re-financed. Interest on domestic debt is on the rise and now consumes 18½ percent of government revenues. Including obligations on external debt, interest consumes 22½ percent of government revenues. To address the high cost and risks of this debt, the government has taken bold actions to curb new domestic borrowing. Indeed, the mission commends the government for exercising strong fiscal discipline so far this year—an election year—despite further revenue shortfalls. By strictly controlling spending, new domestic borrowing is on track to be just over 2½ percent of GDP this year, down from about 4½ percent of GDP in 2010. This improved performance has contributed to lower inflation and a drop in T-bill yields (by about 3 percentage points since late last year). The government aims to continue making progress on easing its debt burden, by gradually reducing new domestic borrowing to about ½ percent of GDP by 2014. The government will also restrict external borrowing to concessional loans with soft terms.

“The mission commends the government for observing strict limits on borrowing from the CBG, including the elimination of its overdrafts. This has allowed the CBG to implement a more consistent and proactive monetary policy. At last week’s meeting of the Monetary Policy Committee, the CBG lowered its policy interest rate for the first time in 2011, by 1 percentage point, to 14 percent. If inflation remains subdued, there may be scope for further cuts in the policy rate going forward.

“Falling tax revenues is a major concern. Tax revenues (relative to GDP) have fallen steadily since 2007, and are down to less than 12½ percent of GDP in 2011 (3½ percentage points of GDP below their peak in 2007). At the same time, the tax base has eroded substantially, while the remaining taxpayers face high tax rates. To improve this situation and restore revenues, the IMF mission strongly encourages the government to consider a comprehensive tax reform over the next few years, building upon the planned introduction of a value-added tax (VAT). Simplification would facilitate tax compliance, and major improvements in tax administration by the Gambia Revenue Authority (GRA) would be essential.

“The mission recommends that government immediately implement fully its fuel pricing formula, including a specific excise tax, and rigorously adhere to the monthly price adjustments going forward. Implicit fuel subsidies led to substantial tax revenue losses, which could have been used for other priority programs that more directly benefit the poor.

“The IMF mission observes that The Gambia’s banking system as a whole is well capitalized and liquid. Still, the CBG must remain vigilant with its supervision of the system. Banks’ nonperforming loans have begun to fall, but they are still high, and some banks continue to incur losses. We welcome the CBG’s ongoing efforts to build capacity to conduct stress testing for the banking system. The IMF will continue to support this effort with technical assistance. The IMF mission also commends the CBG for taking immediate steps to improve the performance of the Credit Reference Bureau (CRB), which started operating last year. To benefit from lower interest rates, it is important that borrowers establish good credit histories. The CRB plays a central role in informing banks about creditworthy clients.

“The Gambia is making important progress in its fight against poverty, particularly in the areas of education and some health indicators. Progress on reducing income poverty is also anticipated from the inclusiveness of the strong growth of agriculture in recent years. The government plans to build on this progress with the launching in the coming months of the Programme for Accelerated Growth and Employment (PAGE) 2012-15. The mission commends the authorities for the serious effort in the preparation of the PAGE. However, given the government’s heavy debt burden and falling tax revenues, financing the PAGE faces some major challenges. To ensure that scarce resources are used effectively, the mission encourages the government to continue its ongoing progress on public financial management and transparency, especially in the budget process. Although there is some scope for additional borrowing on concessional terms, greater assistance from donor grants would be most welcomed. Private sector participation is also an important option—particularly in the energy sector—but it is critical that proper institutional arrangements are in place. In the energy sector, despite some steps underway, NAWEC lacks financial stability and regulatory issues, such as cost recovery and automatic cost-of-fuel adjustments in electricity tariffs, need to be resolved. In this regard, the mission urges the government to work together with the World Bank to put in place an effective energy strategy as soon as possible.

“The mission commends the authorities for preparing a budget policy paper for the 2012 budget and the submission of the audited 2007 government accounts to the National Assembly on October 31, 2011. To reduce the current backlog, it is expected that the audited accounts for subsequent years will be prepared and submitted to the National Assembly at an accelerated pace. In 2012, the priority areas of public financial management include improving transparency in the budget process, strengthening budget execution, and building capacity in internal and external audit functions.

“The mission wishes to express its gratitude to the Gambian authorities for their hospitality and the candid and constructive spirit in which the discussions were held. The Executive Board of the IMF is expected to discuss the report of the mission in January 2012.”

Press Release No. 11/387
November 1, 2011

Directorio Ejecutivo del FMI concluye el séptimo y último examen en el marco del Servicio de Crédito Ampliado a favor de Nicaragua y aprueba un desembolso de US$8,74 millones

El Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) concluyó el día de hoy el séptimo y último examen de la evolución económica de Nicaragua en el marco del acuerdo del Servicio de Crédito Ampliado (SCA), y el examen de las seguridades de financiamiento. La conclusión del examen permite proceder con el último desembolso a Nicaragua por un monto equivalente a DEG 5,55 millones (unos US$8,74 millones). Hasta el momento, el total desembolsado ha ascendido a DEG 72,45 millones (unos US$114,1 millones).

El desempeño en el marco del programa fue satisfactorio. Todos los criterios de ejecución cuantitativos correspondientes a fines de junio de 2011 se cumplieron con creces, y el programa estructural está en general bien encaminado.

El Directorio Ejecutivo aprobó un acuerdo de tres años en el marco del SCA (anteriormente denominado Servicio para el Crecimiento y la Lucha contra la Pobreza) por un monto de DEG 71,5 millones (aproximadamente US$111 millones) en octubre de 2007 (véase el Comunicado de Prensa No. 07/224 (S)).

En septiembre de 2008, el Directorio reforzó con DEG 6,5 millones (aproximadamente US$10 millones) el apoyo financiero en el marco del programa para ayudar a Nicaragua a hacer frente a las catástrofes naturales registradas en 2007 (véase el Comunicado de Prensa No. 08/204 (S)). En noviembre de 2010, el Directorio Ejecutivo aprobó una prórroga del acuerdo hasta el 4 de diciembre de 2011.

Concluidas las deliberaciones del Directorio Ejecutivo sobre Nicaragua, el Subdirector Gerente y Presidente Interino del Directorio, Sr. Min Zhu, dio a conocer la siguiente declaración:

“La economía nicaragüense creció con vigor en el primer semestre de 2011 pese al deterioro de las condiciones mundiales. El crecimiento continúa siendo generalizado. Se prevé que las entradas de inversión extranjera y el crédito oficial financien holgadamente el déficit en cuenta corriente externa, que aún es elevado, y contribuyan a la acumulación de reservas en 2011. Las políticas de las autoridades tienen por objeto reforzar la capacidad de recuperación de la economía frente a los riesgos a la baja.

Sigue siendo prioritario llevar a cabo una mayor consolidación fiscal para reducir el endeudamiento público, haciendo hincapié en la moderación del gasto corriente del gobierno (especialmente en salarios), la preservación de los avances en la movilización del ingreso público y el fortalecimiento de la situación financiera del sector de la energía. La decisión de las autoridades de destinar el excedente de ingreso público previsto a la reducción de la deuda pública es apropiada. Se han intensificado los esfuerzos para crear espacio para la inversión y para el suministro de asistencia bien focalizada a favor de los pobres. Entre las reformas estructurales clave en el ámbito fiscal están el afianzamiento de la administración tributaria, la ampliación de la base impositiva y la reforma del sistema de pensiones y la función pública.

El sistema bancario nicaragüense sigue siendo sólido, en términos generales. Los bancos están bien capitalizados, la rentabilidad continúa mejorando y las reservas de liquidez siguen siendo abundantes. Las autoridades se han propuesto redoblar los esfuerzos para mejorar la coordinación y los intercambios de información con otros supervisores regionales, y para monitorear los depósitos volátiles relacionados con la ayuda.
Se han dado pasos importantes para impulsar el programa de reforma estructural, como por ejemplo con la aprobación de una ley que regula el sector microfinanciero y con la adopción de normas que exigen una mayor declaración de datos por parte de las cooperativas financieras y los fideicomisos. Se han logrado avances importantes en la gestión y declaración de los flujos de ayuda, y las mejoras continuas en este ámbito ayudarán a promover la confianza, facilitar la gestión macroeconómica y movilizar el respaldo de los donantes”, declaró el Sr. Zhu

Comunicado de Prensa No. 11/377 (S)
21 de octubre de 2011

Saturday, October 15, 2011

FMI: Las Américas. Vientos cambiantes, nuevos desafíos de política

En las Perspectivas económicas: Las Américas,Vientos Cambiantes, Nuevos Desafíos de Política (Fondo Monetario Internacional; Octubre 2011) se analizan la vulnerabilidad de América Latina a un desplome del precio de las materias primas, y las políticas que podrían mitigar dicha vulnerabilidad. América Latina, en promedio, es hoy tan dependiente de las materias primas como hace 40 años y sus precios son muy sensibles al crecimiento mundial. Por lo tanto, el debilitamiento de la demanda mundial podría castigar los términos de intercambio de la región. No obstante, el análisis del capítulo 3 muestra que las políticas económicas pueden desempeñar un papel importante en mitigar el impacto de estos shocks. Los países que implementan políticas sólidas—como la flexibilidad del tipo de cambio (en casos donde la dolarización es baja) y el mantenimiento de balances fiscales y externos saludables— especialmente durante la fase de auge de los ciclos de precios de las materias primas, tienen un mejor desempeño. Gracias a que los fundamentos económicos se han fortalecido en muchas de estas dimensiones, la región parece estar en mejores condiciones ahora que en el pasado para hacer frente a un desplome de los precios de las materias primas.

Resumen eEjecutivo
La actividad económica mundial se está desacelerando en medio de la creciente preocupación por sus perspectivas. El crecimiento en los países avanzados está perdiendo fuerza, debido no solo a shocks temporales, sino también a que los vientos en contra derivados de las debilidades en los balances públicos y privados son más fuertes de lo previsto. El temor a una nueva recesión en las economías avanzadas, así como la preocupación por la interacción negativa entre los soberanos y las instituciones financieras en Europa, y la falta de acción en algunas economías avanzadas claves, han avivado la aversión al riesgo y la volatilidad en los mercados. Por otra parte, las economías emergentes siguen creciendo a un rápido ritmo, si bien la aplicación de políticas internas más restrictivas—y más recientemente, las incertidumbres mundiales— están moderando el crecimiento.


La debilidad de la recuperación y las recientes tensiones soberanas en las economías avanzadas están afectando negativamente a los mercados financieros mundiales y al precio de las materias primas. Las perturbaciones financieras mundiales se han transmitido recientemente a los mercados emergentes al propagarse el temor a una desaceleración mundial, gatillando un caída en los tipos de cambio, índices bursátiles y el precio de las materias primas. Sin embargo, la mayor aversión al riesgo aún no se ha traducido en fuerte presiones sobre la balanza de pagos y de fondeo.

A pesar del reciente deterioro del entorno mundial, nuestro escenario de referencia prevé un debilitamiento moderado de las perspectivas para la región. Se proyecta que las economías avanzadas crecerán tan solo al 1½ por ciento en 2011 y apenas por debajo de 2 por ciento en 2012, siendo afectadas por la persistencia en la debilidad de sus balances públicos y privados. El crecimiento en los países emergentes y en desarrollo alcanzará el 6½ por ciento en 2011 —liderado por las economías emergentes de Asia, dado que la desaceleración de las exportaciones se verá compensada por la aplicación de políticas económicas menos restrictivas y el fortalecimiento de la demanda interna. En este contexto, los vientos favorables derivados de las condiciones de financiamiento externo favorables y los altos precios de las materias primas (a pesar de las recientes caídas), seguirán soplando en gran parte de América Latina, aunque con menor intensidad que lo previsto en abril.

Pero los riesgos a la baja son severos. La falta de una solución decisiva en Europa a las tensiones interrelacionadas de los balances soberanos y de los bancos podría debilitar aun más la confianza y las condiciones de los mercados mundiales de crédito, lo que tendría efectos de contagio en los mercados emergentes. Además, una fuerte desaceleración en Asia —provocada, por ejemplo, por una recesión en las economías avanzadas— podría afectar aun más a los precios de las materias primas, lo que tendría efectos negativos en los países exportadores de materias primas de América Latina. No obstante, también existe la posibilidad de que actúen factores al alza. De despejarse la incertidumbre en torno al crecimiento mundial y las tensiones en Europa, podrían estabilizarse los mercados financieros y reducirse la aversión al riesgo, lo cual provocaría una mayor afluencia de capitales y exacerbaría el sobrecalentamiento en los mercados emergentes.
En este entorno, América Latina y el Caribe deberían, en general, mantener el rumbo actual de sus políticas económicas y seguir recomponiendo los márgenes necesarios para la aplicación de políticas anticíclicas en el futuro, pero también deberían estar preparados para modificar sus políticas si los vientos mundiales cambian de dirección


En las economías de América del Sur donde el producto se mantiene por encima de su potencial y la demanda interna sigue siendo vigorosa, el peligro del sobrecalentamiento se ha reducido pero no ha desaparecido totalmente. En las economías donde se han reducido las presiones inflacionarias, las expectativas de inflación están alineadas con las metas establecidas y los marcos de política monetaria son creíbles, se podría hacer una pausa en el proceso de endurecimiento monetario hasta que se disipe la incertidumbre mundial. De deteriorarse aun más la situación, la política monetaria debería de ser la primera línea de defensa, incluyendo mediante la provisión de liquidez en caso de ser necesario.

Entre tanto, la política fiscal debe de continuar su proceso de consolidación para tanto evitar lesionar la credibilidad fiscal como recomponer los márgenes de maniobra de política dado los riesgos de otra recesión global. Por último, las políticas macroprudenciales deben de seguir formando parte del conjunto de políticas a disposición
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Las perspectivas para los países que mantienen fuertes vínculos de comercio con Estados Unidos, como México y gran parte de América Central, son un poco menos alentadoras. No obstante, dado que la dinámica fiscal está sometida a mayor presión, las prioridades deberían centrarse en reducir la deuda pública a los niveles previos a la crisis, desempeñando la política monetaria un papel más activo en el manejo del ciclo solo en aquellos países con marcos de inflación creíbles.
Si bien gran parte de la región del Caribe se está recuperando finalmente de una recesión prolongada y persistente, las perspectivas siguen estando limitadas por los altos niveles de deuda y los débiles flujos de turismo en vista de la débil recuperación del empleo en las economías avanzadas. Deberán redoblarse los esfuerzos para reducir los altos niveles de deuda, así como para abordar las vulnerabilidades del sector financiero, evitando comprometer aún más las finanzas públicas.***
La edición de octubre de 2011 de Perspectivas económicas: Las Américas fue preparada por un equipo dirigido por Charlie Kramer y Luis Cubeddu, bajo la dirección general de Nicolás Eyzaguirre y la supervisión de Rodrigo Valdés. El equipo estuvo integrado por Gustavo Adler, Alejandro Carrión- Menéndez, Andresa Lagerborg, Andrea Medina, Sebastián Sosa, Bennett Sutton, Camilo E. Tovar y Evridiki Tsounta. Además, Eugenio Cerutti, Sally Chen, Francesco Columba, Teresa Dabán-Sanchez, Mariusz Jarmuzek, y Cesar Serra aportaron recuadros; mientas que Charles Amo-Yartey and Therese Turner-Jones contribuyeron al análisis de la región del Caribe en el capítulo 2. Patricia Delgado Pino y Luke Lee colaboraron en la producción. Michael Harrup, del Departamento de Relaciones
Externas, edito el manuscrito y coordinó la producción. La traducción al español estuvo a cargo de la Sección de Español y Portugués del departamento de Tecnología y Servicios Generales. Este informe refleja la evolución de los acontecimientos hasta el 23 de septiembre de 2011