Friday, December 16, 2011

Productividad agrícola de la mujer rural en Centroamérica y México

La participación de las mujeres en la producción agropecuaria se ha incrementado en los últimos años. Su ingreso es una parte importante del sustento familiar. De ellas depende la seguridad alimentaria de numerosos hogares rurales en Centroamérica y México. No obstante, tienen un limitado acceso a recursos productivos y créditos. El documento demuestra que las mujeres pueden ser más productivas que los hombres, pero requieren de herramientas —como insumos productivos y créditos— que les permita incrementar su productividad. Con los incentivos apropiados pueden llegar a convertirse en un motor de desarrollo en la región. Un incremento de su productividad provocará mayor bienestar de los hogares rurales y crecimiento económico de la región. Asimismo, favorecerá una mejor distribución en el ingreso, ya que son agentes que promueven la educación y nutrición de los hijos, resultando en un incremento del capital humano de las futuras generaciones.

Culturalmente, se suele asociar a los hombres con la producción y a las mujeres con la reproducción. La consecuencia es la tardía incorporación de estas últimas al mercado laboral y en muchos casos ser consideradas como fuerza de trabajo secundaria (Parada y Ballara, 2009). No obstante, en los últimos años la participación de las mujeres en el mercado laboral y en la producción agropecuaria se ha incrementado, creando con ello cambios en la estructura familiar y en las comunidades. A pesar de su contribución en el gasto familiar y en la producción de alimentos, su esfuerzo no ha contribuido a eliminar las desigualdades y la pobreza en las áreas rurales.

Las mujeres son las principales responsables de la alimentación y cuidado del hogar. También en muchos casos proporcionan el ingreso requerido para cubrir las necesidades de los hogares. La población rural femenina, con bajo nivel de educación y escaso acceso a insumos, suele tener un insignificante ingreso agrícola, lo que contribuye a subestimar su trabajo.

Aumentar la productividad de las mujeres rurales es esencial para reducir la pobreza en la región centroamericana y México, ya que representan una parte importante de la fuerza de trabajo rural. En 2010, la mujer constituyó aproximadamente el 28% de la población económicamente activa (PEA) rural tanto en Centroamérica1 como en México. Incrementar su ingreso significa elevarlo en más de 40% de los hogares rurales pobres centroamericanos, donde la mujer es el jefe del hogar. Lo anterior se traduce en una mejor salud y nutrición para los niños (Bennett, 1992); en el corto plazo, tiene un efecto positivo en la incidencia y severidad de la pobreza; en el largo, existen efectos intergeneracionales en la calidad del capital humano.

Con el fin de contribuir en la formulación de estrategias y políticas que favorezcan la igualdad de oportunidades en el sector rural, es necesario contar con información sobre la situación de las mujeres en el sector agrícola y conocer los factores que generan desigualdad en el ingreso para favorecer un pago justo a su esfuerzo.

El presente trabajo centra su análisis en la mujer rural en Centroamérica y México, desde un enfoque económico-productivo. Al tener como principal objetivo identificar los factores claves para incrementar su productividad —por tanto su ingreso— se busca aportar alternativas que ayuden a erradicar la pobreza en la región. El primer capítulo hace una revisión relacionada con la productividad femenina. Seguido de ello, se muestran estadísticas elaboradas a partir de las encuestas de hogares de Centroamérica y México, procesadas por la División de Estadísticas y Proyecciones de CEPAL. El tercer capítulo analiza las diferencias en productividad en hombres y mujeres mediante una función de ingreso, para el caso de Guatemala y El Salvador. Por último, se presentan las conclusiones y algunas recomendaciones.

CEPAL.Diana Ramírez. LC/MEXL.1049 Diciembre 2011. 51 pp.  

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